Como el Girasol

Una vez escuche decir así:

El girasol es una flor muy hermosa con una peculiaridad muy interesante, de noche cuando el sol no está se mantiene encorvada como si estuviera encogida y con los pétalos de su corona cerrada, pero al amanecer algo grandioso ocurre a medida que el sol resplandece la flor va recobrando vida, se va enderezando y simultáneamente sus pétalos se van abriendo, si nos fijamos bien hay mucho en común entre el sol y el girasol pues ambos poseen forma esférica y los pétalos de la flor se asemejan a las lenguas de fuego del sol, al iniciar el sol su recorrido diario, la corona de la flor lo sigue como si no quisiera perderlo de vista, pues sabe que este la provee de vida.

Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de el sufrió la cruz menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios
Heb. 12:2

(Fijándonos solo en Jesús seremos como El y estaremos muy pronto junto a El, para siempre)